BANCOS DE ALIMENTOS. Fabricantes y distribuidores tienen la solución
Todos los años, un tercio de los alimentos producidos para el consumo se pierden, es decir, no llegan al consumidor final. En España desperdiciamos entre nueve y ciento quince quilos por persona al año. Pero ¿por qué no se aprovechan al máximo los recursos, más si cabe, en estos tiempos de crisis?
Y es que al contrario de lo que a priori podemos pensar, el 42% de ese desperdicio de alimentos sucede en los hogares. En parte es cierto que a veces el producto no está bien envasado, o simplemente no está fabricado para conservarse bien en el tiempo. Desde un punto de vista social, lo menos aceptable hace referencia al 5% que se tira en las tiendas. Es necesario que exista una colaboración entre la industria y la distribución para que no se produzcan situaciones en las que se desperdicien alimentos.
Los bancos de alimentos permiten que esa parte de excedente sí llegue a la población que lo necesita. De esos bancos de alimentos se suministran casi nueve millones de ciudadanos de nuestro país. Puede que la sociedad se esté concienciando con la causa en los últimos tiempos debido a que esa pobreza, en muchas ocasiones, les toca a los ciudadanos muy de cerca.
Pero estos bancos de alimentos no son los encargados de evitar el desperdicio. Para dicha tarea se antoja necesaria la prevención. Es importante conocer de la forma más exacta posible lo que se va a vender, para fabricar las mismas cantidades. Los envases de los productos deben responder a los nuevos modelos de hogares y los cierres deben conservar el producto a la perfección.
FUENTES CONSULTADAS: www.cadenaser.com, www.bancodealimentos.org
Todos los años, un tercio de los alimentos producidos para el consumo se pierden, es decir, no llegan al consumidor final. En España desperdiciamos entre nueve y ciento quince quilos por persona al año. Pero ¿por qué no se aprovechan al máximo los recursos, más si cabe, en estos tiempos de crisis?
Y es que al contrario de lo que a priori podemos pensar, el 42% de ese desperdicio de alimentos sucede en los hogares. En parte es cierto que a veces el producto no está bien envasado, o simplemente no está fabricado para conservarse bien en el tiempo. Desde un punto de vista social, lo menos aceptable hace referencia al 5% que se tira en las tiendas. Es necesario que exista una colaboración entre la industria y la distribución para que no se produzcan situaciones en las que se desperdicien alimentos.
Los bancos de alimentos permiten que esa parte de excedente sí llegue a la población que lo necesita. De esos bancos de alimentos se suministran casi nueve millones de ciudadanos de nuestro país. Puede que la sociedad se esté concienciando con la causa en los últimos tiempos debido a que esa pobreza, en muchas ocasiones, les toca a los ciudadanos muy de cerca.
Pero estos bancos de alimentos no son los encargados de evitar el desperdicio. Para dicha tarea se antoja necesaria la prevención. Es importante conocer de la forma más exacta posible lo que se va a vender, para fabricar las mismas cantidades. Los envases de los productos deben responder a los nuevos modelos de hogares y los cierres deben conservar el producto a la perfección.
FUENTES CONSULTADAS: www.cadenaser.com, www.bancodealimentos.org
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